"Hollywood se asea" por Álvaro Alonso


Si por algo se va a recordar la 92ª edición de los premios de la Academia, será por la victoria una película de habla no inglesa en el premio gordo. No dió para más una noche bastante soporífera en el aspecto de “espectáculo”; sin maestro de ceremonias, la gala dejó mucho que desear, con parches musicales e innecesarios. Situar como sorpresa especial, a un rapero que demostró su desprecio a estos premios hace quince años, es, sin duda, una gran representación simbólica de lo que vimos esta madrugada. 
            
           Cabe destacar, esos chispazos desternillantes que resaltan en cada entrega de premios, como los de Olivia Colman y esa capacidad de improvisación inocente que ya habíamos visto el pasado año. O Kristen Wiig con la fantástica Maya Rudolph sacando a relucir sus delicias delirantes (que ya se vuelven imprescindibles), y dejando en evidencia la necesidad de un maestro de ceremonias. Este requisito, ya la había demostrado fervientemente Ricky Gervais con su birra en los Globos. Aún somos muchos los que nos preguntamos, porqué, la medida que se tomó ante la bajada alarmante de audiencia de los Oscar, fue suprimir a esa persona que hacía fluir la gala con toques de humor y sorna. Es de reconocer el esfuerzo de Janelle Moane, pero ese número musical no le llega ni a la suela de los zapatos de los que hacía el bueno de Billy Cristal. 
            
       Pero, en fin, ganó Parásitos, una grandísima película. Es cine en estado puro, de autor incontestable, hecha con rigor y con representatividad de la avaricia y desesperación del hombre moderno. Pero no se confundan, hubieran visto estos mismos halagos a la elección de los académicos, si esta hubiera sido Érase una vez en Hollywood, 1917, Joker, Historia de un Matrimonio o El Irlandés. Este año hubo muy buena cosecha cinematográfica (¡y las que se quedaron fuera!), y Parásitos representa muy bien a todo el conjunto, a la vez que ayuda a la Academia a redimirse del ridículo de los últimos cuatro años. Para ello, los orgullosos “hollywoodienses” tuvieron que irse a Corea a superar sus prejuicios del cine de “habla no inglesa”. El pasado año Green Book por encima de Cold War (ni nominada) y Roma, de la cual parece claro que no ganó por pertenecer a Netflix. La pregunta final es sencilla y bastante entendible; ¿qué hubiera pasado si Bong Joon-ho hubiera mantenido su relación con la plataforma mencionada tras Okja, y Parásitos se hubiera estrenado en Netflix?
            
        En cuanto al resto, no hubo sobresaltos, se atuvieron al cuarteto seguro en las categorías interpretativas y al dueto cantado en las de guion. A decir verdad, me hubiera gustado uno del estilo, Scarlett destronando a Zellweger, Kathy deponiendo a Laura o Jarin derrocando a Roger. No fue así, para desgracia de mis ilusiones delirantes, y siguieron el rumbo marcado por muchos analistas en las horas previas a la gala. Pero bueno, tal vez sea porque los “castillians” a veces somos demasiado ilusos.




Comentarios

Entradas populares