"Coherencias e Incoherencias" por Álvaro Alonso
Este jueves efectivamente en el Congreso de los Diputados se produjo una sesión histórica. Es muy probable que la recordemos durante bastantes años. No por la propia norma que no deja de ser un copia/pega y maquíllate-maquíllate, de la desarrollada por Fátimas, Montoros y Marianos en el año 2012. Lo más estrepitoso fue la aprobación de una ley tan importante como la reforma de la normativa laboral por tan sólo un voto y que se dio debido al error de un diputado. Si la política nos podía dar más vueltas mentales a los interesados informativamente en ella, esta situación ya debería dar mareos. Diría que es insuperable, pero visto lo visto, sería precipitado calificarlo así.
Fuente: es.noticias.yahoo.com |
No es noticia que un político incumpla su palabra, de hecho, la noticia sería lo contrario. El mismo presidente ha dicho una cosa tres días antes de hacer la contraria. Esto ya es habitual en política, en él patológico. Ahora es la vicepresidenta humilde y marquesa del consenso la que se ha comido unos sapos enormes; el propio contenido de la RL, el hecho de mendigar a la CEOE, el no de sus socios habituales y para colmo aprobada por su bestia negra color naranja. Al final resulta que era todo era palabrería, razón teníamos muchos: Europa no les dejará. Pero que más dará cuando los focos mediáticos gubernamentales que daban pábulo a esta trompetería están ahí para proteger sus incoherencias. La causa por encima de todo.
Fuente: publimetro.com.mx |
Es de lo más interesante las críticas a la toma de conciencia de estos dos diputados y a la vez que abre un amplio debate que merece atención. A la par de que en este país estamos a lo de la RL, se produce la lenta defenestración del Primer Ministro de Reino Unido, Boris Johnson, debido a las fiestas montadas en el 10 de Downing Street durante lo más duro de la pandemia y con las restricciones vigentes. Esta posible caída se debe a que un grupo de diputados de su propio partido (cada vez mayor y que incluye a la Exprimera Ministra doña Theresa May) le están, como quien diría, haciendo la cama.
Fuente: noticieropty.com |
En el caso de los dos diputados una parte mediática se desvincula de esta admiración. Poco más y los queman en la hoguera por el pecado cometido. Sitúan por delante lo pactado, lo decidido por la dirección; defienden la visión de diputados como peones “apretadores” de botones (pero sólo en este caso concreto claro).
Eso de la disciplina de voto es una ficción, no existe legalmente, es una regla creada por los partidos para asegurar el rebaño. Los diputados pueden votar lo que consideren y las sanciones económicas proceden de las normativas de los partidos, no de las reglas de las cámaras. Que los partidos defiendan la disciplina de voto es normal, de hecho, se lo intentan asegurar a mayores situando en escaños a los fieles más absolutos, aunque carezcan de capacidades para ello. Aprieta botones de esmoquin, que a veces ni eso saben hacer. He ahí el diputado del PP que se equivocó cuatro veces, por muchas teorías conspiranoicas informáticas a las que aluda su partido para ocultar inutilidades de sus maniquís. Que defiendan la disciplina de voto los ajenos (supuestamente) a la política nos hace quedar como una partitocracia de pacotilla.
Pudiera parecer que cierto sector mediático y poblacional le parece genial lo de Reino Unido porque ¡ay! es que es Boris Johnson, pero lo de los dos diputados es intolerable debido a que iba a hacer decaer la RL "progresista". Al final esto se simplifica en lo mismo de siempre; los míos, los tuyos y la ideología del sufridor. Deberían empezar a vender coherencia por Amazon o eBay, seguramente tendría bastante éxito. Sobre todo, por lo recomendable que es para aquella profesión que se debe a la rigurosidad más absoluta, el periodismo.
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