"Un Viaje a las profundidades de Gotham" por Álvaro Alonso

Joel Schumacher (Batman Forever, Batman y Robin) fue el cineasta que tiró por la borda el Batman cinematográfico. Decía que lo realizado de este personaje hasta ese momento era muy oscuro, demasiado lúgubre. Su fantasmagórica idea, y de la productora, fue que había que darle más vida y menos distopía. Hacerla para todos los públicos. Con ello se deshicieron del apartado más atractivo del universo de este superhéroe.

Gotham es tenebroso, nebloso, sombrío y apagado, así como peligroso, misterioso, incierto y enigmático. Si al detective más famoso que existe le arrebatas la naturaleza que lo envuelve, queda vacío el significado de este superhéroe. Batman no es sólo un salvador frente a un villano; traumas, sombras y sobre todo una sed de venganza hacia una ciudad que le arrebató lo que más quería. Tim Burton lo construyó a su manera de la mano de Michael Keaton que le dotó de esa personalidad dura. Nolan profundizó, oscureció Gotham y dio en el clavo abordando su estructura corrupta (tan de los comics) con un Christian Bale que personificó el Batman soñado. La era Affleck pasó como "Casao" por el PP, y tras casi diez años de sequía positiva Matt Reeves hizo dignidad con su responsabilidad.

(Fuente: rockstarppcnetwork.com)

Tres horas de película ya es una tremenda dificultad. Hacer algo tan grande puede provocar que se abran demasiados interrogantes que no se sepan cómo cerrar. Básicamente, que el cierre sea chapucero. Reeves hizo de ello una virtud y a través de un ritmo narrativo trepidante, expande al máximo el universo Gotham. Aporta una perspectiva más multidimensional, Batman no se enfrenta a un villano en soledad, sino a todo un entramado, una estructura por la que se rige la ciudad. Abre en canal la ciudad, más de a pie y menos espectacular/explosiva.

Había dudas sobre Pattinson. Se enfrentaba a uno de los mayores retos de un actor, interpretar al hombre murciélago. O bien o mal, poco término medio existe. Este Batman recoge el legado de los previos a la vez que crea el suyo, Battinson. Es vulnerable, comete errores en la búsqueda de soluciones y tiene una maquinaria pobre. Es un Batman callejero, más casado con el realismo, al que tienen que ayudar, salvar; él sólo no puede ser un superhéroe. He ahí Gordon y Catwoman, sin ellos Enigma gana.

(Fuente: lundeenalb.selfip.org)

Zoe Kravitz es fiel a los comics, sexy, guerrera, vengativa y sobre todo que se puede cuidar sola. Jeffrey Wright nada tiene que envidiar a Gary Oldman en una película en la que tiene un protagonismo central. Él es el Batman policial y actúa como tal, serenidad, pausa y frialdad.

La concatenación de villanos no es una macedonia. Como decía, eso es Gotham, dominada por la maldad y la oscuridad. Reeves hace una ciudad enorme, abarrotada de maldad, corrupción y asesinatos. Cada uno de los archienemigos glorifican sus personajes. Colin Farrell (El Pingüino) es el mafioso perfecto, socarrón y bufón del cabeza de la organización, al más puro estilo Al Capone de Robert DeNiro en Los Intocables. Paul Dano (Enigma) se vio muchas veces The Dark Knight, a Ledger y le aporta la locura desesperada seña de identidad del intérprete (he ahí el cara a cara con Batman en una escena memorable a la vez que tremendamente inquietante). Paul debería obtener nominación, pero estamos para pedir cuando no lo estuvo por sus genialidades en There Will Be Blood.

(Fuente: 20minutos.es)

Lo más apasionante, tanto de todo lo expuesto como de lo que no (para no hacer muchos spoilers); la película más fiel a los comics. Los guiños son constantes, tanto en la construcción de personas y universo como en los diálogos y argumento. Es Año Uno, amasado, alargado con otros tomos, y que bebe directamente del cine detectivesco de David Fincher (¡Zodiac!). Que filme más digno, que viaje más bonito a la vez que terrorífico a las profundidades de Gotham, y de Batman claro.

 

 

 

Anexo con spoiler importante.

Qué bonito el hecho de que la nueva risa sea la de Barry Keoghan. Personalmente le vi nacer interpretativamente en la piel de un sujeto atroz en The Killing of a Sacred Deer. En él ya indicaba su camino como hacedor de villanos penetrantes. Veremos que sucede, a la espera quedamos. Reeves, en tus manos estamos.

Keoghan en The Killing of a Sacred Deer (Fuente: onthescenemag.co.uk)


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