"Back again" por Álvaro Alonso

 “Qué te creías, bobo, ¿que lo de Singapur iba a volver a pasar?” – declaró Max Verstappen con su actuación en el Gran Premio de Japón.

Si alguno era el deber que se autoimpusieron los Red Max, ese era el de hacer olvidar. Convencer a todos los que vieron su desastre en Marina Bay, de que lo que sucedió, es que contrajeron un virus automovilístico de tan sólo un fin de semana. Destrozar a aquellos ilusos que osaron pensar que el reinado de los austrias empezaba su decadencia por aquello de la prohibición de alerones flexibles. Llegaron a Suzuka con la misión de apalizar las esperanzas de una variabilidad en la primera posición. Un algo así como marcar paquete frente a los débiles y los zopencos que piensan más allá. 

Max Verstappen saliendo al podio de Suzuka (Fuente: Sportskeeda).

Esa era la tarea, y la cumplieron con creces. Sobre tierras japonesas hemos vuelto a ver al coche pepino que hasta la semana pasada era imbatible. Por ende, los pilotos tan sólo han visto a SuperMax en la salida y a partir de ahí a volar. Tampoco lo vimos los espectadores ya que la realización lo enfocó en contadas ocasiones. Y mal no hacen ya que, a pesar de Max (back again), fue una carrera con movida. Pero tan sólo hay que irse a los tiempos, para justificar ese desdén informativo; Max hizo la pole a seis décimas de Piastri y salió victorioso con diecinueve segundos sobre Norris. Superioridad absoluta, con escupitajo a la cara incluido, y a Qatar.

El triunfo de los mortales en esta ocasión ha sido para los papaya. McLaren, cuando trae mejoras, es para hacerlo con autoridad, he ahí Silverstone y ahora Suzuka. Lo que viene demostrando esta escudería desde el coche fallido de principio de temporada, es que tiene potencial y capacidad para situarse en la mesa de los mayores. Y Zak Brown revalidado tras sus arriesgados cambios estructurales. Tienen gente que sabe hacer una buena maquinaria y sobre todo, convertir el peor coche en años, en uno que se acerca a Red Bull, ello en una misma temporada. Toda una heroicidad. Lo que le da más profundidad aún es la dupla de pilotos que se han buscad; un joven experimentado con mucha garra y buenos resultados junto a un rookie, consistente, sereno y que aprende muy rápido. Lando Norris y Oscar Piastri. El australiano recién renovado por sorpresa hasta 2026. Y no es para menos. Doble podio en Japón que les sienta muy bien para el presente, pero sobre todo para el futuro; a Lando, a Oscar y sobre todo a McLaren.

Oscar Piastri y Lando Norris tras la clasificación (Fuente: GPFans).

En Ferrari, a pesar de quedarse por detrás de los de Woking, tienen motivos para irse de Suzuka con una sonrisa. En primer lugar, porque desde el regreso del parón veraniego, se han estabilizado entre los tres mejores coches de la parrilla; han establecido un alto suelo para sus caídas. Por otro lado, eso se debe a que tienen un ritmo de carrera más competitivo que añaden a un coche potente a una vuelta del que ya disponían. Este factor positivo tiene su razón de ser en que parece que van solucionando paulatinamente los graves problemas de degradación. Esos que les hacían decaer con el paso de las vueltas. Por último, por cuarto fin de semana consecutivo suman más puntos que su rival directo por el segundo puesto en constructores, Mercedes. Charles Leclerc al borde del podio en el cuarto puesto y más cómodo con el bólido, mientras que Carlos Sainz sexto.

En Mercedes se han quedado un tanto perplejos. El rendimiento ha sido peor al esperado y sobre todo porque han estado debajo de los de Maranello en un circuito de mucho desgaste. Quinto y séptimo. Pero a ello hay que añadir el conflicto en aumento entre sus pilotos. Desde Bélgica viene habiendo roces, pero nada de una magnitud como lo sucedido en Japón. El destino quiso que ambos se cruzaran hasta en tres ocasiones. En cada una de ellas se destacaron por su agresividad contra el otro. He ahí a Hamilton sacando a Russell de pista en la curva previa a la 330R. Pronto empieza la discordia en Brackley con la renovación a ambos fresca.

George Russell persiguiendo a Lewis Hamilton durante la carrera (Fuente: RacingNews365).

Con la cabeza gacha continúan en Aston Martin. El rendimiento es mísero, hasta el nivel de situarse como quito equipo de la parrilla. Y es probable que poco haya más en la chistera de la escudería de Silverstone. La realidad es que estamos ante un equipo joven, en construcción y en proceso de convertirse en robusto. Si es que fue en este 2023 cuando estrenaron su fábrica situada a unos metros del legendario circuito. Aún no llego a comprender del todo las ansias colectivas por una primera temporada. En esta hemos visto el primer destello de lo que puede llegar a ser este equipo, convertirse en uno de los de arriba por méritos propios y darle a Fernando Alonso un aparato con el que ha conseguido hasta siete podios. El paso adelante es considerable y la construcción es ilusionante, ¿acaso hay otro lugar factible para Alonso?

La decisión penosa de la semana vino en el asunto asientos para 2024. Alpha Tauri ha anunciado la decisión de renovar a sus dos pilotos titulares desde la caída de DeVries: Ricciardo y Tsunoda. No es tanto quien se queda, sino que parece irreal e incluso insultante, pero Liam Lawson se quedará sin asiento (salvo encaje de bolillos con el único asiento sin confirmar de Williams). La noticia se ha hecho pública después de que el rookie neozelandés haya marcado la mejor posición del equipo de la temporada y antes de que vuelva a superar a Tsunoda, bordeando los puntos. Perfect timing. Es un piloto sublime; se ha adaptado con el tiempo mínimo a un coche complejo, que se encontraba al fondo de la parrilla y superando al piloto que lleva más de tres años en la escudería. La F1 es injusta, responde a intereses y al financiador, sí, pero una cosa es eso y otra es ser un metepatas. Honda ha mandado en esta operación, pero espabilen ustedes porque esos mismos les han mandado al carajo yéndose con uno de sus rivales para 2026. Change your f***ing drivers!


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